domingo, 11 de octubre de 2015

PASEOS IMPERDIBLES POR ESTAS BELLAS TIERRAS…
Catamarán por el canal de Beagle
Los paseos en catamarán por el canal de Beagle permiten avistar cormoranes y lobos marinos.
Navegar por el canal Beagle es una experiencia que permite avistar especies de la zona y regala una postal de Ushuaia en toda su extensión, vista desde la distancia: el agua, luego la ciudad, los bosques y los cerros, los montes Olivia, Cinco Hermanos y Escarpados. Diversas agencias ofrecen distintos tipos de paseos en catamarán. Cualquiera sea el servicio que se contrate, de 2 horas y media, 3 o 4, los puntos más sobresalientes son el conocido faro Les Éclaireurs, de dos franjas rojas y una blanca; la Isla de los Lobos, sobre la cual decenas de lobos marinos se desperezan uno sobre los otros, y la isla de los Pájaros, en la que se pueden ver decenas de especies de aves, en su mayoría cormoranes magallánicos e imperiales, pero también albatros y petreles. En verano, la excursión más popular es a la pingüinera de la isla Martillo, en la cual se puede optar por bajar para caminar por un sendero, con los pingüinos magallánicos y en compañía de un guía especializado.
Parque Nacional Tierra del Fuego
A solo 12 kilómetros al oeste de Ushuaia y por la ruta nacional N° 3 se llega al Parque Nacional Tierra del Fuego. Es el único del país que cuenta con costa marina. Son 63 mil hectáreas de un ecosistema rico y variado: valles, ríos, lagos, cordones montañosos, barrancos, playa y bosque subantártico. Para conocerlo, nada mejor que bajarse del auto y caminar los senderos marcados para conocer los imperdibles dentro del Parque Nacional: el Lago Roca, de origen glaciar y compartido con Chile; la Laguna Negra, que en invierno está completamente cubierta por una capa de nieve; la Castorera, donde los animales son foráneos (fueron traídos de Canadá) y las bahías de Ensenada y Lapataia, en las que se encuentran pequeños barrancos y playitas. La fauna local está compuesta por zorros colorados, cauquenes blancos, albatros, guanacos, macá grande y nutrias marinas, entre otros. Entre la flora se puede apreciar la orquídea de Magallanes. Si se prefiere, se pueden contratar excursiones. Además, se pueden realizar pesca deportiva, canotaje y campamentos.
Estancia Harberton
La estancia Harberton fue la primera de Tierra del Fuego: es considerada el primer establecimiento rural de la isla. Fue construida en 1886 por Thomas Bridges, en el marco de su misión anglicana. Se puede llegar de dos maneras: a través de la ruta J, o bien en catamarán. Hoy su principal actividad es el turismo, que es gestionada por el bisnieto de Bridges, Thomas D. Goodall. Dentro de la casa funciona un museo de aves y mamíferos de la zona, y una biblioteca religiosa que perteneció a Thomas Bridges. Además, se puede realizar un recorrido por los jardines y el cementerio. También hay un jardín botánico con réplicas de las chozas de los yámanas.
Cerro Castor
En la temporada invernal, el lugar para estar en Ushuaia es el Cerro Castor, uno de los centros de esquí más completos del país. Por las estabilidad en las condiciones climáticas, allí la temporada es más larga que en otros lugares, en general va desde el 17 de junio hasta el 12 de octubre, aproximadamente. Es una de las más extensas de América del Sur. El cerro está a solo 195 metros sobre el nivel del mar y la cumbre, a los 1.057 metros. Son 26 pistas, en total 30 kilómetros esquiables, y seis medios de elevación. El desnivel llega a los 772 metros. Además del tradicional esquí, se realiza snowboard y snowblade: se practica con dos tablas más cortas, que no se sueltan, sin bastones y tiene una técnica similar al esquí alpinos, con saltos y piruetas. También se organizan campeonatos de snowgolf y snow polo. En la apertura del cerro, cuando se inaugura la temporada, se realizan bajadas con antorchas.
Museo del Fin del Mundo
La que fuera la cárcel del fin del mundo es desde 1994 un museo en el que a uno realmente le parece estar a principios de siglo pasado, cuando los presidiarios cumplían allí su condena. A ello colaboran tanto las vívidas reproducciones de figuras humanas, hay una del escritor Ricardo Rojas, confinado político en 1934, sentado en su celda, como el pabellón que se dejó sin reconstruir y las espeluznantes historias que cuentan los guías. Es que el penal alojó a presos famosos: el asesino serial Cayetano Santos Gordino, más conocido como ¨el petiso orejudo¨; el joven anarquista Simón Radowitzky, que logró escaparse, y quien fuera Presidente de la Nación por 49 días, Héctor J. Cámpora. Y se dice que también pudo haber pasado un tiempo allí nada menos que Carlos Gardel. El Museo del Presidio de Ushuaia es considerado Patrimonio Histórico Nacional. Abre todos los días de 10 a 20, pero las visitas guiadas se realizan entre las 11:30 y las 18:30. La entrada para turistas nacionales tiene valor reducido.
Tren del Fin del Mundo
Desde la Estación Fin del Mundo, a 8 kilómetros de la ciudad hoy parte un vistoso tren rojo que hace un recorrido turístico en la zona cercana al Parque Nacional. Pero desde 1909 y hasta 1952 fue conocido como ¨el tren de los presos¨ y hacía 25 kilómetros, internándose en el bosque para que los penados consiguieran madera para abastecer a la población. El circuito dura casi dos horas en las cuales se pasa por Valle Pico, el Cañadón del Toro, la Cascada de la Macarena, donde se puede descender para conocer la reconstrucción de un campamento de los yámanas, índigenas que habitaron la zona, o bien obtener una vista panorámica de la cascada. Finalmente se ingresa al Parque Nacional, donde los turistas pueden optar por recorrerlo en auto, y luego el tren emprende el regreso desde la Estación Parque Nacional.
Comer centolla y cordero patagónico
Dos son las especialidades de las que los fueguinos se enorgullecen. La primera y más conocida es la centolla, que es una especie única en el mundo y que se encuentra en el Canal de Beagle. Algunos de los restaurantes que la sirven son Tía Elvira, sobre la avenida Maipú, Tante Nina, en la calle Godoy, Chez Manu, desde donde se puede obtener una vista panorámica de la ciudad y Kuar, donde la cocina es de autor y las pastas también son la especialidad. La segunda es el cordero patagónico, tradicional comida de Tierra del Fuego, que para los fríos inviernos es ideal. Los mejores lugares para probarlo son en las afueras de la ciudad, donde se van a realizar actividades en la nieve: en el Valle de Tierra Mayor.
Compras en Atlántico Sur
Tierra del Fuego es un área aduanera especial. Por eso hay dos duty-free shops. Se llaman Atlántico Sur y hay uno en el aeropuerto y otro en la ciudad, sobre la avenida San Martín, la principal. En ambos se pueden adquirir productos de perfumería, cosmética, ropa, accesorios o alcohol, entre muchos otros. Y todo a un precio reducido, ya que están libres de impuestos. Una excelente oportunidad para aprovechar, ya sea para uno o para llevar regalos.
Pesca de trucha en Río Grande
Tierra del Fuego en general y Río Grande en particular son ideales para la pesca con mosca de trucha por la cantidad y calidad que viven en sus ríos. De hecho, es considerada La capital internacional de la trucha. De todo el mundo llegan aficionados a la pesca, atraídos por el tamaño y peso de los ejemplares que se consiguen. Incluso han llegado pescadores famosos a estas tierras, como Sylvester Stallone, Ted Turner y Robert Duvall. Los ríos en los que se realiza son Grande, Menéndez e Irigoyen y la temporada es más extensa que en otros lados: va del 1 de noviembre hasta mediados de abril. Eso sí, la devolución de las piezas es obligatoria.
Trineos tirados por perros

Una de las actividades más originales que ofrece Ushuaia en invierno son los paseos en trineos tirados por perros. Se puede combinar con caminatas con raquetas, algo que resulta muy divertido para realizar cuesta abajo. Se hacen en Tierra Mayor, un extenso valle de turba que se cubre completamente de nieve a partir de junio. El viaje comienza en trineo, que es tirado por hermosos perros Siberian & Alaskan Huskies. Siempre hay un guía que acompaña. Se ingresa en el bosque de Lengas y se siguen senderos antiguos hasta una parada llamada El refugio del hachero. Allí se cambian los trineos por raquetas en los pies y se emprende la excursión a la cascada de Hielo del Alvear y al Mirador del Valle. La vista es imponente. Antes de emprender el regreso, se ofrece chocolate caliente para recuperar energías.










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