domingo, 26 de abril de 2015

Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur: Ubicación y Población.
La provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur se encuentra en el extremo sur del país , y comprende tres ámbitos territoriales distintos: el sector oriental de la isla Grande de la Tierra del Fuego y sus islas adyacentes; las islas argentinas del Atlántico Sur (entre otras, las Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur) y la Antártida Argentina, que comprende los archipiélagos de las Oreadas del Sur y las Shetland del Sur.
El número de habitantes de Tierra del Fuego, con exclusión de la Antártida y las Islas del Atlántico Sur, era de 5.029 en 1947, de 27.358 en 1980, 69.369 en 1991,  y 126.000 en 2010,  lo que indica que, en casi medio siglo, la población se ha incrementado aceleradamente. Pero datos más recientes permitirían, incluso, estimar en 90.000 la población real. La tasa media anual de crecimiento es de 84,7 %. Un 42,8% de los habitantes reside en el departamento donde se encuentra la capital.  La densidad demográfica de toda la provincia es de 0,06 hab. /km2, la tasa más baja de toda la Argentina, pero se transforma en 3,2 hab. /Km2, si se excluye la Antártida e Isla del Atlántico Sur.
La tasa media anual de crecimiento es de 84,7 %. Un 42,8% de los habitantes reside en el departamento donde se encuentra la capital. La densidad demográfica de toda la provincia es de 0,06 hab. /km2, la tasa más baja de toda la Argentina, pero se transforma en 3,2 hab. /km2 si se excluyen, tal como hace el último censo de 1991, la Antártida e Islas del Atlántico Sur. El índice de masculinidad es de 112,2.

sábado, 11 de abril de 2015

Historia de Tierra del Fuego



Conociendo un poco la historia Tierra del Fuego…
Hace mucho tiempo atrás , casi 500 años, un grupo de exploradores del Viejo Mundo avistó las costas de una tierra desconocida.
Fuegos dispersos y columnas de humo de las fogatas de los nativos parecían flotar sobre las aguas, en la neblina del amanecer. Fue posiblemente este entorno místico el que dio su nombre a la Isla: Tierra del Fuego. Lo que una vez fue un lugar inhóspito y remoto, hoy atrae a miles de personas de todas partes del mundo.
 “En la extremidad de aquella extensísima lengua de tierra del América del Sud, que va estrechándose a medida que se acerca al Polo, bañada por dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, el continente parece haberse desmenuzado en un vasto archipiélago que, separado de la tierra firme por el Estrecho de Magallanes, penetra en las frías y misteriosas soledades del Antártico, bajo el sugerente nombre de Tierra del Fuego.” Alberto De Agostini
“No sólo vi enanos y gigantes, bosques subterráneos, selvas antárticas, grutas submarinas y colosos de granito, sino que también vi las puertas incólumes del paraíso.”  Julio Popper
“¿Por qué, pues –y no soy el único a quien le sucede-, por qué estos áridos desiertos han echado tan profundas raíces en mi memora?.” Charles Darwin
“Desde lo alto del Cabo Domingo se disfruta de un soberbio panorama del entero horizonte. Aunque carezcan completamente de vegetación, atraen e impresionan los llanos y valles por esa poderosa fascinación que ejercita lo indefinido y por la misteriosa grandiosidad que emana de aquellas inmensas soledades.” Alberto De Agostini
El hombre en Tierra del Fuego
Martín Gusinde, quien convivió con los nativos y dedicó gran parte de su vida a la edición de la obra “Los indios de Tierra del Fuego” escribió:
“El indio, libre, con hábil ingeniosidad, se ha sabido acomodar maravillosamente bien a ello. Ha sometido a su voluntad los escasos dones de la naturaleza y desarrollado sus dotes espirituales, también ha sabido crearse una riqueza interior”.
“Por horas y horas me sentaba en rueda con ellos [...] me esforzaba en deshacerme totalmente de la forma de pensar europea, de los juicios valorativos modernos y del sentir personal, para hacerme de comprensión y sensibilidad y poder captar un mundo conceptualsumamente particular. ¿No decía el Dr. Fausto: “Si no lo sentís, no lo tendréis jamás!”?.
¿Quienes vivían aquí antes de la llegada de Magallanes?
Las primeras crónicas de navegantes españoles, franceses e ingleses describían a los nativos de Tierra del Fuego con cierta carga despectiva. “Salvajes”, “inhumanos”, “criaturas inferiores” eran algunos de los calificativos que ayudaban a su descripción. A través de las investigaciones arqueológicas se conoce hoy que las primeras ocupaciones humanas en el Canal Beagle tuvieron lugar hace unos 7.000 años y los descendientes de estos primeros habitantes se mantuvieron siempre a lo largo de las costas de los llamados Canales Fueguinos, aún hasta inicios de nuestro siglo. La zona donde actualmente se halla emplazada Ushuaia, así como el resto del sector argentino del Canal Beagle, estuvieron habitados por nativos que desde su llegada estaban adaptados a la vida litoral marítima. Formaban parte de un grupo mayor, conocido hoy bajo el nombre de canoeros magallánicos. A la llegada de los europeos, los canoeros que vivían en esta zona se autodenominaban yamana o yaganes. Actualmente viven muy pocos descendientes de este grupo, en el sector chileno, principalmente en Puerto Williams.
Además de la bibliografía publicada por los estudiosos del tema, es posible apreciar sus utensilios y otros enseres en las vitrinas de los tres Museos de la Ciudad de Ushuaia: el Museo Yámana, el del Fin del Mundo y el Marítimo, además de conmovedoras fotografías que llegaron a tomarse a fines del siglo XIX. Pero aún persisten los sitios donde los yamana pasaban gran parte de su vida. Completamente adaptados al medio litoral marino, se alimentaban de carne de lobos marinos, peces, aves, recolección de moluscos y crustáceos y también de carne guanaco, ya que, cuando decidían desembarcar, se instalaban en ciertos sitios de la playa, que podemos asociar hoy con la idea de campamentos. En esos sitios construían chozas, o utilizaban alguna disponible, para descansar durante la noche en grupos familiares. Generalmente los desechos (en un gran porcentaje valvas de moluscos) eran arrojados alrededor de la choza, construida básicamente con ramas de lengas y guindos, y una vez desaparecida ésta, los montículos fueron cubriéndose hasta que finalmente sobre ellos creció vegetación. Precisamente estos son los sitios arqueológicos sobre los que los antropólogos y arqueólogos llevan a cabo sus estudios. La abundancia de valvas de moluscos les ha hecho valer el nombre de conchales o concheros yámana. Hoy son sitios protegidos por leyes nacionales y provinciales pues conforman parte de nuestro patrimonio cultural.
La zona Norte de la Isla, donde el bosque es menos denso y predominan los pastizales, fue ocupado por otro grupo de nativos, categorizados como cazadores-recolectores pedestres, ya que a diferencia de los canoeros, no tuvieron necesidad de buscar su alimento en el mar. Los ancestros de este grupo llegaron a la Isla hace algo más de 10.000 años, trayendo consigo su tradición cazadora de animales terrestres, principalmente guanaco y pequeños roedores. Cuando comenzaron las expediciones a la zona del paso interoceánico descubierto por Magallanes, los cazadores de esta zona se denominaban a sí mismos selk´nam, pero se los conoció bajo el apelativo de Onas. Su forma de vida nómade hizo que los testimonios de su cultura se hallen actualmente dispersos por todo el territorio que ocuparon, siendo estudiados aquellos lugares que, ya sea accidentalmente por remoción del terreno, por las crónicas etnográficas o por referencias transmitidas oralmente, son seleccionados por los antropólogos. Sus armas y utensilios, así como sus creencias y leyendas, son similares a los de las etnias que vivieron al Norte del Estrecho de Magallanes, sobre todo de tehuelches, de quienes probablemente provenían.



Tierra del Fuego e Islas del Atlantico Sur
en el mapa.
Tierra del Fuego , mucho tiempo atras.